Nuestras vidas antes de conocer al Señor Jesús, eran, como un "vaso sucio"
tirado en la basura, ¡Lleno de moho, y mal olor!
¡Así, era nuestra vida delante de Dios!
¡UN VASO SUCIO!
Antes que él nos alcanzará con su inmenso amor,
vasos inservibles
"Hay gran valor en esto"
¡Nos miró y nos amó!
Aunque, éramos un espectáculo
muy miserable
¡Nos amó!
¡¡¡Nos RESCATÓ!!!
Sabía que podía ser transformado ¡En un vaso hermoso!
¡¡¡Para su eterna GLORIA!!!
¡Y lo compra!
¡Ese vaso es suyo ahora!
¡Es de su propiedad!
Y comienza a trabajar en nuestras vidas...
limpiándonos con su
sangre, para llenarlo de su presencia
Nos llena de agua limpia, ¡Agua viva! que purifican nuestro ser.
¡Y queda
santificado, separado del pecado!
¡Bendito salvador de nuestras
almas!
¡Por alcanzarnos con tu inmenso amor!
Tu puedes ser un vaso en las manos de Dios, no importa en el estado en que te encuentres, sumergido en el lodo, en el fango, si te rindes a él, él trabajará en tu vida, limpiándote de toda inmundicia, solo tienes que abrir tu corazón, en arrepentimiento y Fe en su obra redentora, dile:
"Ven Señor Jesús A MI VIDA, toma mi ser, me rindo a ti, límpiame con tu sangre preciosa
¡Hazme un nuevo ser!"