Primera experiencia con Dios: Un día estábamos preparando el almuerzo después de un ayuno de cuatro días y el pastor toco la puerta y nos dijo que teníamos que orar por una petición, empezamos a orar y a orar, no sabíamos lo que el Señor iba hacer en ese día…
…de pronto sentí que mi corazón empezaba a latir más despacio, más despacio, y me di cuenta que mi alma salía de mi cuerpo no entendía pero empecé a sentir miedo, miedo, miedo; empecé a ver abajo y mi cuerpo estaba arrodillado orando, entonces miré hacia arriba y dije: ¡Señor ayúdame!, en ese momento, un ángel me dijo: - Esther, he venido por ti, te voy a llevar a un lugar para que conozcas, porque tú tienes que testificar, Dios tiene cosas grandes para con tu vida, me tomo de la mano y empezamos a subir, a subir, a subir tan alto, y después que estábamos en medio del firmamento, el ángel me dijo: - vamos a descender por acá…
… y empezamos a bajar por un túnel oscuro, oscuro y mientras más descendíamos, sentíamos el calor, y era insoportable, yo no sabía qué hacer, yo decía Dios mío a donde vamos, a donde nos estamos dirigiendo y el ángel me decía nos vamos al infierno, cuando llegamos a un lugar ese túnel se ramificaba en tres partes, y él me dijo: - Por donde quieres ingresar. Me acerque al primero hermanos y había gritos, había desesperación. Y le dije: - por acá no. Me acerque al segundo lugar y había fuego, llamas que salían y ardían. Me acerque al tercer lugar y había hermanos un olor insoportable, yo ya no podía más, y le dije: - prefiero entrar por los gritos. Y empezamos a descender...
...No bien ingresamos hermanos y un montón de demonios se empezaron a acercar y me decían: - ¡Aquí te queríamos ver!, ¡Aquí te queríamos ver!, ¡Por tu alma luchamos, queríamos traerte aquí, porque tu nos eres estorbo!. Y empezaron a quererme flagelar y a insultar y el ángel de Jehová dijo: - ¡Un momento! ¡Ustedes no van a tocar a esta alma!
Continuamos avanzando y de pronto el ángel me dijo: ¡Mira! cuando yo alcé la mirada, empecé a ver a muchas personas, que tocaban y yo veía personas que tocaban música, instrumentos, multitudes bailando esa canción que dice: sexo, sexo, sexo; y le dije al ángel: - Pero como, en el infierno también bailan y me respondió: - No, Esther, acércate…
Y cuando yo me acerque, habían almas por montones, miles y miles que bailaban, y bailaban y se movían, y demonios los azotaban, los flagelaban, y ellos clamaban: ¡Piedad, piedad, auxilio, un segundo de descanso por favor, un segundo por favor auxílienos, descanso, por favor Dios mío ayúdanos!
El ángel, me dijo: Todas estas personas, vivían en la tierra en fiestas, en bailes
¡Y nunca quisieron aceptar a Dios!
¡Ahora están aquí!
Pregunte ¿Ya no hay misericordia para ellos?
Me dijo:- Ven por acá. Y cuando nos acercamos a otro lugar, había personas discutiendo y peleaban, y sus palabras eran como espadas que atravesaban los corazones, y salía carne, y salía sangre, que olía y apestaba, y otra vez se reconstruían, y discutían y tenían como ira en sus ojos, como odio, como si de sus ojos saliera fuego
El ángel me dijo:- Mira, estos son lo que en la tierra paraban en discusiones, en pleitos, son los que no querían saber de Dios, y se burlaban, mira su castigo.
Pero aún fue más duro, cuando pude ver a los sacerdotes y monjas en un lugar, estaba apartado, no había mucha luz en ese lugar, había oscuridad, pestilencia, calor, gusanos y tormentos, como unos animales que pasaba y volvían y despedazaban a la gente, Me acerque y le dije a un sacerdote: ¿Por qué estás aquí?
Él me miro y me dijo:- Mira, en la tierra nosotros, sabíamos la palabra de Dios correctamente, sabíamos que adorar imágenes era pecado.
que no existía el purgatorio, pero había una orden superior, que nos mandaba y nos exigía, y nos obligaba a tener que decir esto, porque había muchas entradas económicas y yo le digo: - ¡Pero, si tú sabías, que eso es pecado delante de Dios, porque no te arrepentiste, porque no pediste perdón, si Dios es bueno y te hubiese perdonado. Y me dice:- No, es que yo enseñaba a muchos, y hasta yo creía que así era, y además yo no leía mi biblia.
Me acerque a unas madres religiosas, con sus trajes largos, cubiertas su cara, su rostro, casi no se les veía piel, aunque si estaban atormentadas, remordidas, y yo les dije: -Y ustedes porque están aquí, y ella me dijo: - Los reportajes de la televisión de abortos de lesbianismo, son ciertos, nosotros no amábamos a Dios, como decíamos amar,
Nuestro corazón estaba lejos de él. Lo que nos importaba era la comodidad, lo que nos importaba era el dinero, la fama pero no amábamos a Dios.
El ángel me tomo de la mano, y me llevó a otro lugar, y me dijo: ¿que ves: -una hermana de la iglesia, y cuando me acerque y le pregunté ¿Por qué estás aquí? Me miro, y me dijo: - Sabe, he sido cristiana toda mi vida, pero yo no amaba a Dios, a todos los pastores criticaba, los juzgaba, creía que son estafadores, que se comían nuestros diezmos, nuestras primicias.
Yo me quede tan sorprendida y le dije: - Pero porqué si la palabra nos dice que no hay que criticar, y me dijo: No, es que yo creía que sabía más que los pastores, yo creía que soy mejor que ellos, y no les hacía caso, cuando estaba a punto de morir, el pastor me visito, quiso orar por mí, pero fui tan orgullosa, que le dije no, déjame yo estoy bien con Dios, y en mi conciencia sabía que no estaba bien con Dios
Lo que más me impacto, es que en un momento empezaron a ingresar unos niños, ¡habían niños hermanos! y yo corrí detrás de ellos, aunque la desesperación era grande, y le dije al ángel: ¡Que hacen estos niños aquí! El ángel del Señor me dijo: Mira estos niños estaban robando, y cuando la policía entro, entonces disparó y uno de ellos cayo y tenían conciencia, ellos no amaron a Dios, y están aquí, los niños gritaban, ¡Piedad, Dios mío ayúdennos!
De pronto el ángel me dijo: - ¿sabes lo que más mortifica a estas personas? y yo le dije ¿Qué?, ¡mira!, los demonios tenían como filmadoras, donde tenían toda la vida de las personas y se iban a cada uno y le decían: ¡mira!, mira te acuerdas que en la tierra este pastor te predicó, te acuerdas que te hablaba de Dios, y tu no quisiste, y se burlaban, de una manera irónica, y se burlaban,
Hermanos me llevo a un lugar, donde hay prostitutas que tenían relaciones con demonios, estos demonios eran en forma de serpientes, y se incrustaban por adentro de su vientre, cuando salían los despedazaban por pedazos, y gritaban: ¡piedad, auxilio, auxilio! Y yo le dije al ángel: - Estas prostitutas cuando estuvieron en la tierra, ¿alguien les predico? Y me dijo que sí, ¡Mira!, y ahí estaba como una cámara de vídeo y veían como pastores se les acercaban y les predicaban y ellos decían algún día me voy a arrepentir, reconocían que estaban mal pero no querían abrir su corazón a Dios.
Llegó un momento que me sentía desfallecer, empecé como a dudar de Dios, como si el ángel no fuera cierto y que yo había muerto y de verdad estaba en ese lugar, y cuando empecé a dudar vino un demonio, y me hirió este lado izquierdo, de una manera feroz, que me partió todo y el dolor era intenso, el ángel se acercó y me dijo: - Ves, cuando tú te sueltas de la mano de Dios, el enemigo trata de destruirte, de hacerte daño, cógete de la mano de Dios, empecé a llorar, y llorar y a pedir misericordia, el ángel tomo mi mano, y me dijo: - Esther, tú tienes que testificar esto, tienes que hablar lo que has visto, no te calles, tienes que predicar, lo que tus ojos han visto…
…me tomo de la mano, y me empezó a llevar otra vez
Y me dijo ¡mira esto!, y cuando yo me acerque, era un Pastor, eso partió mi corazón, y me dijo: “Yo soy de tal lugar, mira yo nací evangélico, crecí y fui a un seminario bíblico, allí me prepare para ser Pastor, fui a mi año de práctica y conocí a una esposa maravillosa, me case con ella, tuve dos hijos, una noche mientras descansaba, en la casa pastoral, escuchamos ruidos, unos rateros venían a robar, me levanté cogí un palo, y empecé a orar Jehová es mi Pastor, nada me faltará, estos rateros ingresaron y me dispararon en la pierna derecha, yo grite y dije: Dios no existe, porque me has desamparado, y este pastor inconsciente, blasfemo de Dios, maldijo a Dios, se arrepintió de ser cristiano, y sabe, este pastor recibió otro balazo y murió, y estaba en ese lugar de tormento, y lo que hería mi corazón, era que su familia en la tierra, creían que está en el cielo, gozando de la presencia de Dios, ¡Hermanos nuestra salvación en el último segundo podemos perderle Por eso cuidémonos con temor y temblor.
Ya no podía más, me sentía desfallecer y el ángel tomo mi mano y me empezó a sacar y comenzamos a subir, y ya no tenía fuerzas ni de preguntar, llegamos a un lugar, como si flotásemos en el aire, me dijo: ¡Ahora sí es necesario que tus heridas sean sanadas!
Alce la mirada y vi un carro jalado de caballos; me tomo en sus brazos, era como una niña, como si no pesara, me subió a ese caballo, hermanos, empezamos a subir, a subir, cuando de lejos empecé a ver como una ciudad resplandeciente, era hermanos la misma presencia de Dios, un lugar donde había un letrero que decía: Bienvenida al Paraíso. El ángel me tomo de la mano, y me dijo ¡vamos!
…sentí tanto gozo, tanta alegría, entramos, el ángel paso y cuatro ángeles de la puerta me dijeron: - ¡Tú no puedes pasar aquí!, ¡tu cuerpo no ha sido glorificado!, el ángel trajo una vasija en sus manos una jarra con agua, y dijo:- ¡Tómala!
…Y cuando yo la tome empecé a pasar, al ingresar lo primero que encontré fue un rio de aguas cristalinas, unas aguas tan dulces, con un sabor, que no se puede explicar, y empecé a beber y beber,
Tomaba de mis manos y sentía, que estas aguas calmaban la sed de mi alma, mi corazón, el dolor, la aflicción.
El ángel me dijo: ¡Mira!, este es el árbol de la vida! Me quede contemplando y tenían hojas verdes, unos frutos bien grandes, estaba maravillada de ver la gloria de Dios, de sentir su presencia, el lugar donde Dios nos ha prometido:
“Iré y prepararé un lugar para vosotros porque donde yo estoy, ustedes también van a estar”
Empecé a ver las calles, empecé a ver personas con un aproximado de 18 a 20 años, y yo le dije al ángel ¿Dónde están los ancianos? Me dijo: No, en este lugar no hay ancianos, ni niños, aquí todos tienen la misma edad, porque el Señor cuando mueren, los rejuvenece, porque el Señor sana las heridas, quita las aflicciones, y pone paz, una paz grande, acá, ya no hay varón ni mujer, acá somos uno, como hermanos, nos amamos con el amor de Dios.
Y habían flores preciosas, una flor tan bella me cautivo y yo quise ir y cogerla entre mis manos, quise arrancarla y el ángel me dijo: Todas son tuyas, tú las vas a disfrutar, acá ya no se destruye, todo es tuyo, huele su aroma, disfruta de su color, pero no la rompas.
Alce mi mirada y habían palacios, habían cosas maravillosas, había una claridad tremenda, como una música suave, y los ángeles se tomaban de las manos y empezaban a danzar, y empezaban a cantar para Dios: ¡Santo, santo, santo!
Era maravilloso, el ángel del Señor me dijo: ¡Mira, esa que viene es tu tía, ella en la tierra tenía una enfermedad, era epiléptica, pero mira el Señor ha visto su aflicción, su dolor, y acá en el cielo ella está gozando, mira ya no tiene enfermedad está sana!, yo corrí y la estreche en mis brazos, le decía:
¡Tía, tía!, sentía que la amaba con toda mi alma, estaba sana, no tenía enfermedad, ¡estaba bien!, y era maravilloso.
Otros familiares también, que murieron también todos en un accidente, desfigurados, estaban con su rostro precioso. Los ángeles adoraban al Señor, parece que en estos momentos estoy en ese lugar: - ¡Padre yo te alabo, Señor yo bendigo tu nombre, y sé que en algún momento yo voy a estar contigo, ¡Alabado seas Dios mío, alabado seas!
…de pronto el ángel se me acerco y me dijo: – Esther, es necesario que vuelvas a la tierra, ya termino, ¡vamos!, ¡aquí has venido a ser sanada! Todo lo que has visto tu vas a testificar tres meses, dentro de tres meses, tu vas a venir definitivamente a este lugar, yo le dije al ángel: ¡No me lleves por favor, no me lleves! ¡Déjame aquí!, en la tierra hay muchas dificultades, le tengo miedo de fallarle a Dios, me da miedo pecar y quizás, cuando muera no vuelva a este lugar, déjame por favor, el ángel me dijo: No, Esther, dentro de tres meses tu vas a volver a este lugar, y me mostró y me dijo: Anda, dile a la gente que se arrepienta...
...dile al mundo que la venida del Señor está cerca, predica a tiempo y fuera de tiempo. Habla con autoridad, diles que hay un infierno, y la presencia del Señor va a estar contigo y muchos te van a creer y se van a arrepentir, porque va a ser Dios hablando por medio de ti...
Testimonio de Esther Suárez,( joven que experimentó el milagro de la resurrección) CUANDO FUE LLEVADA A CONOCER EL INFIERNO, UN LUGAR REAL, DONDE VAN LAS PERSONAS DE TODAS LAS EDADES, CUANDO EN VIDA NO SE HAN ARREPENTIDO DE SUS PECADOS Y NO HAN RECIBIDO AL SALVADOR EN SUS VIDAS.
¡SOLO HAY UN CAMINO PARA LLEGAR, AL PADRE, ESE CAMINO ES JESÚS!
El Señor esta a las puertas, esperando la orden del Padre para recoger a su pueblo amado, su iglesia, su novia se parte de ella, entrega tu vida a Jesús, ¡¡¡Ríndete a Él!!! y pasaras de muerte a VIDA. ¡Aleluya!
Puedes hacer esta oración de entrega:
"Señor Jesús, yo soy
un pecador(a), y me arrepiento de todos mis pecados, por favor lava mis pecados
con tu sangre preciosa, yo me aparto de todos mis pecados y te recibo en mi corazón como mi señor y salvador, por favor escribe mi nombre en el Libro de la Vida del Cordero, y envíame te suplico al Espíritu Santo para que él me ayude a vivir en
santidad. Establece tu palabra en mi corazón
y protéjalo.
En el
poderoso nombre de Jesús yo soy nacido de nuevo hoy amén."
Aprende mas de tu Señor y Salvador en:
¡Dios te siga bendiciendo con su precioso amor!
…de pronto sentí que mi corazón empezaba a latir más despacio, más despacio, y me di cuenta que mi alma salía de mi cuerpo no entendía pero empecé a sentir miedo, miedo, miedo; empecé a ver abajo y mi cuerpo estaba arrodillado orando, entonces miré hacia arriba y dije: ¡Señor ayúdame!, en ese momento, un ángel me dijo: - Esther, he venido por ti, te voy a llevar a un lugar para que conozcas, porque tú tienes que testificar, Dios tiene cosas grandes para con tu vida, me tomo de la mano y empezamos a subir, a subir, a subir tan alto, y después que estábamos en medio del firmamento, el ángel me dijo: - vamos a descender por acá…
… y empezamos a bajar por un túnel oscuro, oscuro y mientras más descendíamos, sentíamos el calor, y era insoportable, yo no sabía qué hacer, yo decía Dios mío a donde vamos, a donde nos estamos dirigiendo y el ángel me decía nos vamos al infierno, cuando llegamos a un lugar ese túnel se ramificaba en tres partes, y él me dijo: - Por donde quieres ingresar. Me acerque al primero hermanos y había gritos, había desesperación. Y le dije: - por acá no. Me acerque al segundo lugar y había fuego, llamas que salían y ardían. Me acerque al tercer lugar y había hermanos un olor insoportable, yo ya no podía más, y le dije: - prefiero entrar por los gritos. Y empezamos a descender...
...No bien ingresamos hermanos y un montón de demonios se empezaron a acercar y me decían: - ¡Aquí te queríamos ver!, ¡Aquí te queríamos ver!, ¡Por tu alma luchamos, queríamos traerte aquí, porque tu nos eres estorbo!. Y empezaron a quererme flagelar y a insultar y el ángel de Jehová dijo: - ¡Un momento! ¡Ustedes no van a tocar a esta alma!
Continuamos avanzando y de pronto el ángel me dijo: ¡Mira! cuando yo alcé la mirada, empecé a ver a muchas personas, que tocaban y yo veía personas que tocaban música, instrumentos, multitudes bailando esa canción que dice: sexo, sexo, sexo; y le dije al ángel: - Pero como, en el infierno también bailan y me respondió: - No, Esther, acércate…
Y cuando yo me acerque, habían almas por montones, miles y miles que bailaban, y bailaban y se movían, y demonios los azotaban, los flagelaban, y ellos clamaban: ¡Piedad, piedad, auxilio, un segundo de descanso por favor, un segundo por favor auxílienos, descanso, por favor Dios mío ayúdanos!
El ángel, me dijo: Todas estas personas, vivían en la tierra en fiestas, en bailes
¡Y nunca quisieron aceptar a Dios!
¡Ahora están aquí!
Pregunte ¿Ya no hay misericordia para ellos?
Me dijo:- Ven por acá. Y cuando nos acercamos a otro lugar, había personas discutiendo y peleaban, y sus palabras eran como espadas que atravesaban los corazones, y salía carne, y salía sangre, que olía y apestaba, y otra vez se reconstruían, y discutían y tenían como ira en sus ojos, como odio, como si de sus ojos saliera fuego
El ángel me dijo:- Mira, estos son lo que en la tierra paraban en discusiones, en pleitos, son los que no querían saber de Dios, y se burlaban, mira su castigo.
Pero aún fue más duro, cuando pude ver a los sacerdotes y monjas en un lugar, estaba apartado, no había mucha luz en ese lugar, había oscuridad, pestilencia, calor, gusanos y tormentos, como unos animales que pasaba y volvían y despedazaban a la gente, Me acerque y le dije a un sacerdote: ¿Por qué estás aquí?
Pero aún fue más duro, cuando pude ver a los sacerdotes y monjas en un lugar, estaba apartado, no había mucha luz en ese lugar, había oscuridad, pestilencia, calor, gusanos y tormentos, como unos animales que pasaba y volvían y despedazaban a la gente, Me acerque y le dije a un sacerdote: ¿Por qué estás aquí?
Él me miro y me dijo:- Mira, en la tierra nosotros, sabíamos la palabra de Dios correctamente, sabíamos que adorar imágenes era pecado.
que no existía el purgatorio, pero había una orden superior, que nos mandaba y nos exigía, y nos obligaba a tener que decir esto, porque había muchas entradas económicas y yo le digo: - ¡Pero, si tú sabías, que eso es pecado delante de Dios, porque no te arrepentiste, porque no pediste perdón, si Dios es bueno y te hubiese perdonado. Y me dice:- No, es que yo enseñaba a muchos, y hasta yo creía que así era, y además yo no leía mi biblia.
que no existía el purgatorio, pero había una orden superior, que nos mandaba y nos exigía, y nos obligaba a tener que decir esto, porque había muchas entradas económicas
Me acerque a unas madres religiosas, con sus trajes largos, cubiertas su cara, su rostro, casi no se les veía piel, aunque si estaban atormentadas, remordidas, y yo les dije: -Y ustedes porque están aquí, y ella me dijo: - Los reportajes de la televisión de abortos de lesbianismo, son ciertos, nosotros no amábamos a Dios, como decíamos amar,
Nuestro corazón estaba lejos de él. Lo que nos importaba era la comodidad, lo que nos importaba era el dinero, la fama pero no amábamos a Dios.
El ángel me tomo de la mano, y me llevó a otro lugar, y me dijo: ¿que ves: -una hermana de la iglesia, y cuando me acerque y le pregunté ¿Por qué estás aquí? Me miro, y me dijo: - Sabe, he sido cristiana toda mi vida, pero yo no amaba a Dios, a todos los pastores criticaba, los juzgaba, creía que son estafadores, que se comían nuestros diezmos, nuestras primicias.
El ángel me tomo de la mano, y me llevó a otro lugar, y me dijo: ¿que ves: -una hermana de la iglesia, y cuando me acerque y le pregunté ¿Por qué estás aquí? Me miro, y me dijo: - Sabe, he sido cristiana toda mi vida, pero yo no amaba a Dios, a todos los pastores criticaba, los juzgaba, creía que son estafadores, que se comían nuestros diezmos, nuestras primicias.
Yo me quede tan sorprendida y le dije: - Pero porqué si la palabra nos dice que no hay que criticar, y me dijo: No, es que yo creía que sabía más que los pastores, yo creía que soy mejor que ellos, y no les hacía caso, cuando estaba a punto de morir, el pastor me visito, quiso orar por mí, pero fui tan orgullosa, que le dije no, déjame yo estoy bien con Dios, y en mi conciencia sabía que no estaba bien con Dios
Lo que más me impacto, es que en un momento empezaron a ingresar unos niños, ¡habían niños hermanos! y yo corrí detrás de ellos, aunque la desesperación era grande, y le dije al ángel: ¡Que hacen estos niños aquí! El ángel del Señor me dijo: Mira estos niños estaban robando, y cuando la policía entro, entonces disparó y uno de ellos cayo y tenían conciencia, ellos no amaron a Dios, y están aquí, los niños gritaban, ¡Piedad, Dios mío ayúdennos!
De pronto el ángel me dijo: - ¿sabes lo que más mortifica a estas personas? y yo le dije ¿Qué?, ¡mira!, los demonios tenían como filmadoras, donde tenían toda la vida de las personas y se iban a cada uno y le decían: ¡mira!, mira te acuerdas que en la tierra este pastor te predicó, te acuerdas que te hablaba de Dios, y tu no quisiste, y se burlaban, de una manera irónica, y se burlaban,
Lo que más me impacto, es que en un momento empezaron a ingresar unos niños, ¡habían niños hermanos! y yo corrí detrás de ellos, aunque la desesperación era grande, y le dije al ángel: ¡Que hacen estos niños aquí! El ángel del Señor me dijo: Mira estos niños estaban robando, y cuando la policía entro, entonces disparó y uno de ellos cayo y tenían conciencia, ellos no amaron a Dios, y están aquí, los niños gritaban, ¡Piedad, Dios mío ayúdennos!
De pronto el ángel me dijo: - ¿sabes lo que más mortifica a estas personas? y yo le dije ¿Qué?, ¡mira!, los demonios tenían como filmadoras, donde tenían toda la vida de las personas y se iban a cada uno y le decían: ¡mira!, mira te acuerdas que en la tierra este pastor te predicó, te acuerdas que te hablaba de Dios, y tu no quisiste, y se burlaban, de una manera irónica, y se burlaban,
…me tomo de la mano, y me empezó a llevar otra vez
Y me dijo ¡mira esto!, y cuando yo me acerque, era un Pastor, eso partió mi corazón, y me dijo: “Yo soy de tal lugar, mira yo nací evangélico, crecí y fui a un seminario bíblico, allí me prepare para ser Pastor, fui a mi año de práctica y conocí a una esposa maravillosa, me case con ella, tuve dos hijos, una noche mientras descansaba, en la casa pastoral, escuchamos ruidos, unos rateros venían a robar, me levanté cogí un palo, y empecé a orar Jehová es mi Pastor, nada me faltará, estos rateros ingresaron y me dispararon en la pierna derecha, yo grite y dije: Dios no existe, porque me has desamparado, y este pastor inconsciente, blasfemo de Dios, maldijo a Dios, se arrepintió de ser cristiano, y sabe, este pastor recibió otro balazo y murió, y estaba en ese lugar de tormento, y lo que hería mi corazón, era que su familia en la tierra, creían que está en el cielo, gozando de la presencia de Dios, ¡Hermanos nuestra salvación en el último segundo podemos perderle Por eso cuidémonos con temor y temblor.
Ya no podía más, me sentía desfallecer y el ángel tomo mi mano y me empezó a sacar y comenzamos a subir, y ya no tenía fuerzas ni de preguntar, llegamos a un lugar, como si flotásemos en el aire, me dijo: ¡Ahora sí es necesario que tus heridas sean sanadas!
Alce la mirada y vi un carro jalado de caballos; me tomo en sus brazos, era como una niña, como si no pesara, me subió a ese caballo, hermanos, empezamos a subir, a subir, cuando de lejos empecé a ver como una ciudad resplandeciente, era hermanos la misma presencia de Dios, un lugar donde había un letrero que decía: Bienvenida al Paraíso. El ángel me tomo de la mano, y me dijo ¡vamos!
…sentí tanto gozo, tanta alegría, entramos, el ángel paso y cuatro ángeles de la puerta me dijeron: - ¡Tú no puedes pasar aquí!, ¡tu cuerpo no ha sido glorificado!, el ángel trajo una vasija en sus manos una jarra con agua, y dijo:- ¡Tómala!
…Y cuando yo la tome empecé a pasar, al ingresar lo primero que encontré fue un rio de aguas cristalinas, unas aguas tan dulces, con un sabor, que no se puede explicar, y empecé a beber y beber,
…Y cuando yo la tome empecé a pasar, al ingresar lo primero que encontré fue un rio de aguas cristalinas, unas aguas tan dulces, con un sabor, que no se puede explicar, y empecé a beber y beber,
Tomaba de mis manos y sentía, que estas aguas calmaban la sed de mi alma, mi corazón, el dolor, la aflicción.
El ángel me dijo: ¡Mira!, este es el árbol de la vida! Me quede contemplando y tenían hojas verdes, unos frutos bien grandes, estaba maravillada de ver la gloria de Dios, de sentir su presencia, el lugar donde Dios nos ha prometido:
“Iré y prepararé un lugar para vosotros porque donde yo estoy, ustedes también van a estar”
Empecé a ver las calles, empecé a ver personas con un aproximado de 18 a 20 años, y yo le dije al ángel ¿Dónde están los ancianos? Me dijo: No, en este lugar no hay ancianos, ni niños, aquí todos tienen la misma edad, porque el Señor cuando mueren, los rejuvenece, porque el Señor sana las heridas, quita las aflicciones, y pone paz, una paz grande, acá, ya no hay varón ni mujer, acá somos uno, como hermanos, nos amamos con el amor de Dios.
Y habían flores preciosas, una flor tan bella me cautivo y yo quise ir y cogerla entre mis manos, quise arrancarla y el ángel me dijo: Todas son tuyas, tú las vas a disfrutar, acá ya no se destruye, todo es tuyo, huele su aroma, disfruta de su color, pero no la rompas.
Y habían flores preciosas, una flor tan bella me cautivo y yo quise ir y cogerla entre mis manos, quise arrancarla y el ángel me dijo: Todas son tuyas, tú las vas a disfrutar, acá ya no se destruye, todo es tuyo, huele su aroma, disfruta de su color, pero no la rompas.
Alce mi mirada y habían palacios, habían cosas maravillosas, había una claridad tremenda, como una música suave, y los ángeles se tomaban de las manos y empezaban a danzar, y empezaban a cantar para Dios: ¡Santo, santo, santo!
Era maravilloso, el ángel del Señor me dijo: ¡Mira, esa que viene es tu tía, ella en la tierra tenía una enfermedad, era epiléptica, pero mira el Señor ha visto su aflicción, su dolor, y acá en el cielo ella está gozando, mira ya no tiene enfermedad está sana!, yo corrí y la estreche en mis brazos, le decía:
¡Tía, tía!, sentía que la amaba con toda mi alma, estaba sana, no tenía enfermedad, ¡estaba bien!, y era maravilloso.
Otros familiares también, que murieron también todos en un accidente, desfigurados, estaban con su rostro precioso. Los ángeles adoraban al Señor, parece que en estos momentos estoy en ese lugar: - ¡Padre yo te alabo, Señor yo bendigo tu nombre, y sé que en algún momento yo voy a estar contigo, ¡Alabado seas Dios mío, alabado seas!
¡Tía, tía!, sentía que la amaba con toda mi alma, estaba sana, no tenía enfermedad, ¡estaba bien!, y era maravilloso.
…de pronto el ángel se me acerco y me dijo: – Esther, es necesario que vuelvas a la tierra, ya termino, ¡vamos!, ¡aquí has venido a ser sanada! Todo lo que has visto tu vas a testificar tres meses, dentro de tres meses, tu vas a venir definitivamente a este lugar, yo le dije al ángel: ¡No me lleves por favor, no me lleves! ¡Déjame aquí!, en la tierra hay muchas dificultades, le tengo miedo de fallarle a Dios, me da miedo pecar y quizás, cuando muera no vuelva a este lugar, déjame por favor, el ángel me dijo: No, Esther, dentro de tres meses tu vas a volver a este lugar, y me mostró y me dijo: Anda, dile a la gente que se arrepienta...
...dile al mundo que la venida del Señor está cerca, predica a tiempo y fuera de tiempo. Habla con autoridad, diles que hay un infierno, y la presencia del Señor va a estar contigo y muchos te van a creer y se van a arrepentir, porque va a ser Dios hablando por medio de ti...
Testimonio de Esther Suárez,( joven que experimentó el milagro de la resurrección) CUANDO FUE LLEVADA A CONOCER EL INFIERNO, UN LUGAR REAL, DONDE VAN LAS PERSONAS DE TODAS LAS EDADES, CUANDO EN VIDA NO SE HAN ARREPENTIDO DE SUS PECADOS Y NO HAN RECIBIDO AL SALVADOR EN SUS VIDAS.
...dile al mundo que la venida del Señor está cerca, predica a tiempo y fuera de tiempo. Habla con autoridad, diles que hay un infierno, y la presencia del Señor va a estar contigo y muchos te van a creer y se van a arrepentir, porque va a ser Dios hablando por medio de ti...
Testimonio de Esther Suárez,( joven que experimentó el milagro de la resurrección) CUANDO FUE LLEVADA A CONOCER EL INFIERNO, UN LUGAR REAL, DONDE VAN LAS PERSONAS DE TODAS LAS EDADES, CUANDO EN VIDA NO SE HAN ARREPENTIDO DE SUS PECADOS Y NO HAN RECIBIDO AL SALVADOR EN SUS VIDAS.
¡SOLO HAY UN CAMINO PARA LLEGAR, AL PADRE, ESE CAMINO ES JESÚS!
El Señor esta a las puertas, esperando la orden del Padre para recoger a su pueblo amado, su iglesia, su novia se parte de ella, entrega tu vida a Jesús, ¡¡¡Ríndete a Él!!! y pasaras de muerte a VIDA. ¡Aleluya!
Puedes hacer esta oración de entrega:
"Señor Jesús, yo soy
un pecador(a), y me arrepiento de todos mis pecados, por favor lava mis pecados
con tu sangre preciosa, yo me aparto de todos mis pecados y te recibo en mi corazón como mi señor y salvador, por favor escribe mi nombre en el Libro de la Vida del Cordero, y envíame te suplico al Espíritu Santo para que él me ayude a vivir en
santidad. Establece tu palabra en mi corazón
y protéjalo.
En el
poderoso nombre de Jesús yo soy nacido de nuevo hoy amén."
Aprende mas de tu Señor y Salvador en:
¡Dios te siga bendiciendo con su precioso amor!