“Yo soy
el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
Y esta
es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo
lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. ¡Aleluya!
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho:
Yo soy el pan que descendió del cielo.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y
madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendió?
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le traeré; y
yo le resucitaré en el día postrero.
Escrito
está en los profetas; Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que
oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
Yo soy
e pan de vida.
Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan,
vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la
vida del mundo.” Juan 6:35-51
¡DI,MI VIDA POR TI, PARA SALVARTE, SOY JESÚS!
¡¡¡Bendito Salvador!!!
¡Come el pan de VIDA
y tu hambre se saciará!
¡Dios te bendiga!